-Beatriz Llenín Figueroa
Me sumerjo
y muero un poco.
De terror.
Al salir,
la respiración es más urgente
y por ello,
más diáfana.
Creo que sé algo
del riesgo de muerte
que conlleva oponérsete.
Pero, también sé que muero
–morimos–
de asfixia y despojo
todos los días,
desde que tu metralla asomó,
tomando por suya
–violando–
la mar.
Algo tan profundo como esa mar se nos trasforma
cuando asumimos el riesgo
con la dignidad de sabernos otras,
tan distintas de ti.
Desvanece el miedo.
Porque sucede que yo soy América.
Y esta mar no es mía,
ni tuya,
ni de nadie.
*La pieza Carne viva, de la que la imagen abajo forma parte, estrena el próximo 5 de abril en el XI Coloquio nacional sobre las mujeres (3-5 de abril de 2017, en la UPR-Mayagüez).
