-Vanesa Conteras Capó y Shariana Ferrer Núñez
Para lograr una meta, por muy sencilla que sea, primero hay que creérselo, apostar a ese plan o meta y dirigir todas tus energías hasta cumplir con lo que te has propuesto. Esto no es estar en el mood de Paulo Coelho ni Deppak Chopra, esto para nosotras es materialismo histórico. Si la clase trabajadora a finales del siglo XIX no hubiesen creído que podían ganar mejores condiciones de vida en plena ebullición capitalista, no lo hubiesen logrado; si las mujeres en las sociedades patriarcales no hubiesen apostado a que podían lograr el derecho al voto en plena guerra mundial, todavía seguirían sin ese derecho; si la población negra en EE.UU no hubiese jugado todas sus cartas para eliminar la ley en contra de la segregación, no hubiese ocurrido. Esto no es cuestión de fe, tal vez de esperanza, pero no de fe. Pero una esperanza amparada en ejemplos históricos que demuestran que hay que echar el resto cuando se trata de ganar derechos.
Nos hemos acostumbrado a negociar la austeridad y hemos llegado hasta tal punto que en vez de pedir un mejor salario pedimos que no nos despidan; en vez de exigir que arreglen nuestras escuelas pedimos que no nos las cierren; en vez de exigir que despenalicen el aborto nos aferramos a la leyes federales para que nos “protejan” ese derecho….llevamos décadas negociando la austeridad.
Hoy, 17 de mayo de 2017, Día Internacional contra las LGBTTIQ fobias, conmemoramos la lucha que dio paso a la eliminación de la homosexualidad como un trastorno mental. Reconocemos a quienes, aún mientras les acusaban de “locos” y “enfermos” apostaban a otras formas de identidad, sexualidad y vida. Este año en particular, en Puerto Rico no solo celebramos la diversidad, también celebramos la excarcelación del prisionero político Oscar López Rivera, quien luego de cumplir 36 años en la cárcel por luchar por la libertad de Puerto Rico, algo que aún parece (im)posible, nos vuelve a recordar que cuando se unen las voluntades y la gente decide reclamar sus derechos y a su gente logramos importantes victorias.
En momentos de tanta precariedad, levantarse a construir siempre resulta una locura. Las condiciones nunca son las ideales, los moldes son de barro y nuestros sueños no caben en cajitas. Pero aun así, y gracias a tantas que hicieron lo imposible, hoy nos lanzamos en locura, amor y rebeldía a apostar mejores condiciones de vida, porque no negociaremos más la austeridad.
